Hoy 6 de Mayo, hace 489 años, las tropas del Sacro Emperador Carlos V se amotinaron luego de que los fondos destinados a pagarles no llegaran. Furiosos y exigiendo compensación, obligaron a su comandante, el Duque Carlos III de Borbón, que marchasen en dirección a Roma, a fin de "llevar a cabo un poco de pillaje".
Durante el asedio, el Duque, famoso por siempre vestir una larga, impecable y refulgente capa blanca para que le vieran de entre sus soldados, fue muerto de un tiro debido a, precisamente, lo notoria de su larga, impecable y refulgente capa blanca. Esto sumió al ejército en la más absoluta indisciplina, que trepó los muros de la Ciudad Eterna a como dio lugar y barrió con todo a su paso, masacrando a casi un tercio de la población y robándose todo lo que no estuviera clavado al piso.
El contingente luego se lanzó sobre el Vaticano, intentando capturar al Papa, pero los miembros de la Guardia Suiza Pontificia formaron un escudo humano para permitirle escapar; casi todos fueron asesinados en el proceso, los pocos sobrevivientes logrando conducirle a través de los pasadizos secretos del Passetto, para luego refugiarse en el inexpugnable Castel Sant'Angelo.
En conmemoración de tal sacrificio, la Guardia Suiza Pontificia elige este día para llevar a cabo el juramento de sus nuevos reclutas.
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