jueves, 31 de julio de 2014

Papas Para la Reina

En 1598, Sir Walter Raleigh obsequió a la reina Isabel de Inglaterra un cofre lleno de papas, todo un lujo exótico traído desde el lejano continente Americano. Para festejar, la reina invitó a la crema y nata de la aristocracia a un banquete, exigiendo a sus cocineros que usaren las papas para todos los platos. 

Sin tener la menor idea de como prepararlas, los cocineros asumieron que la parte comestible era el tallo y las hojas, tirando los tubérculos a la basura. El festín, si bien tremendamente elegante, acabó por intoxicar a toda la corte inglesa, pues resulta que esa parte de la papa es venenosa. 

Como consecuencia, las papas fueron prohibidas en todo el reino, y no volvieron a ser comidas en Inglaterra hasta cien años más tarde.