lunes, 30 de septiembre de 2013

Viajes en el Tiempo en China

En China, está prohibido viajar en el tiempo en películas, programas de televisión y en obras escritas; dependiendo de la interpretación que se de a la ley, también estaría prohibido viajar efectivamente en el tiempo. La razón de esto se debe a que, según el Partido Comunista Chino, todo intento por alterar la historia es indeseable y peligroso.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Arturo Prat en Japón

En Japón, Arturo Prat es considerado como uno de los más grandes héroes navales de todos los tiempos; es, de hecho, el único extranjero en la historia que ha sido y es homenajeado por la Armada Imperial Japonesa. Tanto así, que en 1966 Japón solicitó un busto de Prat al gobierno chileno, el cual hoy reside codo a codo con el del almirante Heichahiro Togo, el héroe naval más importante de Japón, en un templo sintoista especialmente dedicado a ellos dos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

¡Firme la Quinta!

El 27 de Enero de 1880, los habitantes de Santiago fueron despertados por los estruendosos estallidos que azotaban el Cuartel de Artillería, ubicado en aquel entonces en la calle Beaucheff, donde se acumulaba la totalidad de la pólvora y municiones que el Ejercito de Chile mantenía en reserva para combatir en la Guerra del Pacifico. Un incendio que había iniciadose en el polvorín se expandió rápidamente por el edificio, detonando bombas, balas y granadas por doquier. 

Mientras los santiaguinos huían en tropel del centro de la capital -que según todos los pronósticos iba a desaparecer en un gigantesco cráter una vez la santabarbara del cuartel fuese alcanzada por las llamas-, voluntarios de la Quinta Compañía de Bomberos de Santiago se apersonaron en el lugar para detener el fuego. 

Pese a que el Capitán de Ejercito José Urrutia intentó con sable en manos mantenerlos a raya advirtiendo que entrar al sitio seria un suicidio, los bomberos quintinos liderados por don Gustavo Ried se colaron aprovechando un momento de desconcierto del oficial para instalar la maquina y comenzar a apagar el fuego, acto que fue rápidamente replicado por las demás compañías del Cuerpo de Bomberos ahí presentes. 

Sin embargo, al rato se oyen alaridos anunciando que la santabarbara iba a estallar, generando una retirada general de todos los presentes... salvo por don Gustavo, quien no movió un pelo y cuya histórica frase "¡Firme la Quinta!" hizo que los voluntarios de dicha compañía se mantuvieran, con insólita calma, dentro del edificio realizando su labor. Este acto envalentono al resto de los bomberos, quienes se lanzaron de regreso a controlar las llamas. Esta impresionante hazaña, rara vez recordada en los libros de historia, permitió salvar no solo el centro de la capital y a sus habitantes, sino que hizo posible continuar y finalmente ganar la Guerra del Pacifico, la que de otra manera habría terminado en un rotundo fracaso. 

133 años después, los voluntarios de aquella heroica compañía siguen gritando "¡Firme la Quinta!" en cada acto, incendio y ejercicio, en conmemoración de los bomberos que derechamente salvaron a Chile.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

El Submarino Flach

La Guerra Hispano-Sudamericana de 1865-1866, durante la cual Chile decidió enfrentar a España luego de que esta invadiera el territorio peruano de las Islas Chinchas, tuvo como una de sus particularidades mas interesantes la enorme cantidad de innovadoras propuestas científicas que docenas de ingenieros e inventores presentaron al gobierno chileno. Francisco Antonio Encina alguna vez relató al respecto en su Historia de Chile:

"Y así fue como se presentó ante el Gobierno un enjambre de inventores de torpedos, brulotes, minas eléctricas, buque-cigarro, casi la totalidad semilocos, que le asediaban a toda hora, ofreciéndoles sus inventos que destruirían infaliblemente la escuadra española"

Quizá el más conocido de todos estos artefactos fue el Submarino Flach, diseñado por el inmigrante alemán Karl Flach. Siendo el primer submarino de Latinoamérica y el 6° en el mundo, el Flach agolpó a lo más exclusivo de la élite chilena para su zarpe en Valparaiso, el 30 de Marzo de 1866. Expectantes, todos vieron como el buque-cigarro (uno de los términos usados en aquel entonces para referirse a estos navíos) se hundió en la bahía. Seguro de su éxito, Flach se negó a escuchar los consejos de la Armada, que le recomendaban amarrar una boya a fin de saber a donde terminaría. Las primeras dos inmersiones fueron un éxito, acumulando aplausos. La tercera, sin embargo, se extendió por horas, tantas que la audiencia no estaba segura de que pensar. Llegada la noche, el público se dispersó, más al día siguiente, cuando aun no reaparecía, el puerto se había llenado de curiosos esperando ver que iba a ocurrir. Ese mismo día, la misión fue declarada fallida y sus once pasajeros fueron dados por muertos; el Flach tenia suficiente oxigeno para solo 14 horas.

martes, 3 de septiembre de 2013

La Estatua de Caupolicán

La Estatua de Caupolicán, ubicada en la terraza del mismo nombre sobre el Cerro Santa Lucía, no representa realmente al cacique; de hecho, ni siquiera representa a un mapuche. Su versión original fue creada a mediados del Siglo XIX por el escultor chileno Nicanor Plaza, como parte de una serie de trabajos que hizo cuando estaba becado en París. 

En 1910, los consejeros del Museo de Bellas Artes adquirieron el original en yeso y, sin reparar mucho en la estatua, asumieron que era una correcta representación del mentado guerrero sureño y la mandaron a forjar en bronce. Recién en 1939 los santiaguinos comenzaron a caer en cuenta que algo no andaba bien, hasta que se supo que la misma estatua había sido multiplicada por la escuela parisina de Plaza y vendida por todo el mundo sin su consentimiento como "El Ultimo de los Mohicanos". 

Según lo que se sabe, Plaza nunca pretendió representar a Caupolicán, sino que más bien la idea del "indio mitológico" que por aquel entonces tenían los europeos, la cual guardaba más relación con los nativos norteamericanos que con los mapuche del Cono Sur.

lunes, 2 de septiembre de 2013

El Rey de la Araucanía y Patagonia

Orélie Antoine de Tounens fue un abogado y aventurero francés que, en 1860, logró que más de 3.000 lonkos, machis y tokis mapuche le declararán Rey de la Araucanía y Patagonia, luego de viajar a lomo de caballo desde Valdivia. Inicialmente ignorado por los gobiernos de Chile y Argentina, la cosa se puso tensa cuando decidió instalar su capital en Perquenco (al norte de Temuco), emitiendo monedas, títulos nobiliarios e incluso una bandera; envió numerosas cartas a su Francia natal con el objetivo de crear una corte, y aunque entusiasmo a más de alguno, nunca llegó a concretarse. 

Viajó posteriormente a Valparaíso, donde publicó su declaración de conformación de una "Monarquía Constitucional Hereditaria Araucana" en los periódicos locales, intentando reunirse con el embajador francés para conseguir apoyo de dicha nación, pero fue en cambio declarado demente e ignorado. 

En 1862, el presidente José Joaquín Pérez, ya algo más preocupado por eso de tener un reino nuevo al sur de la frontera, ordena su captura, lo que se logra por medio de un traidor entre sus filas, siendo enviado a un manicomio en Santiago. Finalmente regresó a Francia por gestión del embajador y, aunque intentó regresar a la Araucanía para rearmar su reino, la zona ya estaba siendo colonizada por el gobierno chileno. 

Cuenta la leyenda que, en su viaje de vuelta y acompañado del puñado de tipos que conformaban su corte real, hizo ocupación de un peñasco reclamado por Inglaterra, país que habría considerado el evento "sumamente cómico" y entendido el asunto como una declaración de guerra, siendo el único estado soberano en reconocer, aun cuando fuera básicamente una broma, la existencia del Reino de Araucanía y Patagonia. 

Cabe destacar que, pese a que generalmente este particular evento histórico es pasado por alto, las acciones de De Tounens fueron una de las causas que empujaron a Chile a completar la ocupación de la zona austral, justamente por miedo a que otra nación (particularmente Francia e Inglaterra) se adelantase.