martes, 21 de abril de 2015

Líjar vs Francia

En 1883, el Rey Alfonso XII de España se encontraba de visita en París. Repudiando el que antes de ello hubiere estado en Estrasburgo y, para más remate, fuere condecorado por los prusianos (los galos aun refunfuñaban por la guerra de 1871), los parisinos le abuchearon, insultaron e incluso apedrearon. 

Todos en España estaban ofendidos por lo ocurrido, pero nadie tanto como los habitantes de Líjar, una minúscula aldea en Almería, al sur de la península. Furioso por la afrenta y recitando una larga lista de agravios franco-españoles, el alcalde de Lijar, Don Miguel García Sánchez, convocó a consejo en el ayuntamiento para votar la declaración unilateral de guerra; fue pasada con un 100% de aprobación quedando testimonio en el acta que :

"...basta y sobra para que sepan los habitantes del territorio francés que el pueblo de Líjar, compuesto únicamente de 300 hogares y 600 hombres útiles, está dispuesto a declararle la guerra a toda la Francia, computando por cada diez mil franceses un habitante de esta villa". 

Luego enviaron una carta a París declarando formalmente la guerra. 

Pese a que nunca se disparó una bala, Líjar mantuvo su situación de conflicto por exactamente 100 años, recién declarando el cese de hostilidades cuando, en 1983, el Rey Juan Carlos estuvo de visita en la capital francesa, señalando haber sido tratado con la mejor de las maneras. Viendo el honor de la corona resarcido, el entonces alcalde Diego Sánchez Cortés firmó el acta de paz en conjunto con el cónsul y vicecónsul de Francia. La placa conmemorativa de dicho evento se puede ver en la foto.