La pequeña isla de Ferdinandea ha aparecido y desaparecido al menos tres veces a lo largo de la historia. Producto de la actividad volcánica del volcán submarino Empedocles, al sur de Sicilia, tiende a emerger y sumergirse de forma impredecible, causando conflictos internacionales cada vez que lo hace, debido a su estratégica ubicación en el medio del Mediterraneo. Su última aparición fue en 1831, momento en el cual fue reclamada por cuatro naciones: Inglaterra, España, Francia y el Reino de las Dos Sicilias, todas las cuales enviaron barcos, diplomáticos y banderas; hubo toda clase de paseos turísticos, misiones científicas e incluso una visita por parte de la familia real siciliana con pompa y ostentación, la cual tuvo que cancelarse cuando, poco ha que la crisis estuviera a punto de alcanzar su punto álgido, los marinos locales informasen que Ferdinandea había desaparecido por completo.
Desde 2002, el Empedocles ha dado signos de actividad y se espera que la isla vuelva a aparecer en los próximos años. En preparación para dicho evento, los sicilianos fueron y plantaron su bandera bajo el agua, ademas de traer a los descendientes de la casa real de las Dos Sicilias para instalar una placa conmemorativa.
