lunes, 5 de enero de 2015

Wang Hu, el Primer Astronauta

De acuerdo a la leyenda, un burócrata de la Dinastía Ming con el nombre de Wan Hu determinó, en el Siglo XVI, que la calidad de los fuegos artificiales chinos era tal que serian capaces de llevar a un hombre hasta la Luna. 

Fue así como ordenó la construcción de un elaborado trono de madera al cual se adosaron cuarenta y siete enormes cohetes de pólvora. Ataviado en sus más sofisticados ropajes, Wan Hu se acomodó en el trono, saludando a la multitud mientras sus sirvientes prendían los propulsores. La explosión seguida desintegró gran parte del patio donde se encontraba; no quedó rastro alguno del trono, los cohetes, o del optimista Wan Hu, aunque por lo mismo no se pudo descartar que, en efecto, hubiere tenido un éxito rotundo en convertirse en el primer astronauta. 

El cráter Wang-Hoo, en el lado oculto de la Luna, fue bautizado en su honor.