miércoles, 26 de junio de 2013

Ermitaños Ornamentales - 5/06/2013 (Archivo)

Durante el reinado de Jorge II de Inglaterra (1727-1760 d.C.), la inusual moda de los "Ermitaños Ornamentales" surgió entre la nobleza británica. Un ermitaño ornamental consistía en un individuo contratado con la sola función de lucir desaliñado y vagar por las propiedades de su empleador. El más famoso de estos empleadores, Charles Hamilton, alguna vez publicó el siguiente anuncio [traducido]: 

"El ermitaño habrá de habitar en el ermitario [el cual era intencionalmente de muy mala calidad] por un periodo de siete años, durante los cuales se le hará entrega de una Biblia, lentes ópticos, una manta para sus pies, una funda para su almohada, un reloj de arena, agua para beber y comida de la casa. Debe vestir una túnica de camelote [pelo de cabra o camello] y nunca, bajo circunstancia alguna, habrá de cortarse el cabello, barba o uñas, aventurarse mas allá de las tierras del Sr. Hamilton o intercambiar palabras con la servidumbre. Al cabo de siete años, el ermitaño será recompensado con cien libras esterlinas". 

Solo un ermitaño aceptó la oferta y duró menos de tres semanas, visto por última vez en un bar de la localidad.

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