Entre los siglos XIV y XVII, un rarisimo fenómeno se repitió constantemente en varias regiones de Europa Central, particularmente en lo que hoy es Alemania: El Baile de San Vito. Por razones que aun se desconocen, grupos de personas que podían llegar a contarse en centenares comenzaban a bailar sin detenerse, muchos muriendo por ataques cardíacos o fatiga (los bailes duraban días y semanas, sin detenerse). Usualmente comenzaba con una o mas personas que súbitamente se ponían a bailar en las calles en forma histérica, lo que poco a poco atraía a mas personas, las cuales terminaban contagiándose y uniéndose al baile. Grupos de músicos intentaban detener este extraño fenómeno tocando música amena, pero a veces esto terminaba empeorando la situación, con los propios músicos uniéndose al baile.
El caso mas famoso fue La Plaga de Baile de Estrasburgo, en 1518, que comenzó con el baile de una mujer identificada como Frau Troffea y que, tras un mes de baile sin parar, terminó acumulando a mas de 400 personas, muchas de las cuales murieron. Se intentaron exorcismos, baños de agua fría, sangramientos e incluso la aplicación de fuerza; doctores contratados por los nobles de la ciudad recomendaron incitar aun mas bailes, construyendo instalaciones especiales para ello, pensando que si bailaban lo suficiente se curarían, pero esto terminó por surtir el efecto contrario. La plaga alcanzó su máxima extensión durante el Siglo XVI, cuando embates del extraño fenómeno ocurrieron simultáneamente en numerosas ciudades alemanas, francesas y holandesas.
Hasta el día de hoy nadie sabe realmente que era el Baile de San Vito ni tampoco por que se extendió tanto y por tanto tiempo, para luego desaparecer por completo en el Siglo XVII. Hoy se lo clasifica como una Coreomanía, que sería un tipo de enfermedad psicogénica masiva, similar a la histeria colectiva pero con síntomas de enfermedad física que no poseen una raíz orgánica (una suerte de enfermedad psicosomática).
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