jueves, 16 de abril de 2015

Blas de Lezo

Considerado uno de los estrategas navales más destacados de la historia, el español Blas de Lezo y Olavarrieta (1689-1741) estuvo en tantos combates y fue víctima de tantas heridas que acabó por recibir el apodo de, primero, Patapalo y, a medida que fue empeorando, Mediohombre: Primero fue su pierna izquierda, que le tuvo que ser aserruchada sin anestesia (se dice que este tomaba vino tranquilamente mientras ocurría) a causa de un cañonazo holandés en la batalla de Vélez-Málaga. Luego fue su ojo izquierdo por un bayonetazo austriaco durante la defensa de Toulon, y más tarde su brazo derecho durante el Asedio de Barcelona. 

Pese a estar macheteado por todos lados, se paso todo este tiempo capturando barcos ingleses y holandeses, atacando fortalezas de los piratas berberiscos, patrullando las costas sudamericanas y forzando a los genoveses a pagar sus deudas con España, al punto de que comenzaron a correr rumores de que el tipo ya estaba muerto y era realmente un fantasma, por que nadie podía pelear y dirigir tan bien con tan poco cuerpo restante. 

Su victoria más destacada, sin embargo, fue la Batalla de Cartagena de Indias, donde tras 2 meses de lucha continua, fue capaz de repeler las fuerzas británicas que le superaban en numero casi 10 contra 1, perdiendo apenas 800 hombres (los ingleses perdieron casi la mitad de sus efectivos). Durante la batalla, un sablazo le cortó su brazo restante. Poco tiempo después murió a causa de la infección resultante, siendo enterrado en un lugar que, hasta la fecha, permanece en secreto.

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