El "Abogado del Diablo" es un cargo real dentro de la Iglesia Católica que se emplea como parte del proceso de canonización. Formalmente, el cargo se llama "Promotor Fidei" ("Promotor de la Fe"), aunque se lo suele llamar "Advocatus Diaboli" ("Abogado del Diablo"), y fue creado por el Papa Sixto V en 1587. Su función es la de presentar un caso en contra del individuo en proceso de canonización, buscando agujeros en la argumentación del "Advocatus Dei" ("Abogado de Dios", quien defiende la causa) y tratando de demostrar que los milagros atribuidos son falsos.
Hoy en día, ambas funciones suelen llevarse a cabo por un mismo "Promotor Iustitiae" ("Promotor de Justicia"), aunque se siguen empleando Abogados del Diablo, los cuales no necesariamente tienen que ser sacerdotes (por ejemplo, el famoso autor antiteista Christopher Hitchkens fue invitado por la Iglesia para ser Abogado del Diablo durante el proceso de canonización de Santa Teresa de Calcuta).
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