martes, 13 de agosto de 2013

Mariano Melgarejo

Considerado uno de los peores presidentes en la historia de Bolivia, Mariano Melgarejo gobernó la nación altiplánica entre 1864 y 1871, haciéndose famoso por sus ataques de ira y excentricismo: Durante una comida con el embajador de Inglaterra, Melgarejo le ofreció a este un vaso de chicha, mas el diplomático se negó, optando en cambio por una tasa de chocolate caliente. Furioso por la afrenta, el mandatario le obligó a tragar una olla completa de la sustancia y luego le ató a una mula, haciéndolo circular tres veces al rededor de la Plaza de Armas para finalmente enviarlo de regreso a Gran Bretaña. En represalia, la Reina Victoria declaró que "Bolivia no existía", y por consiguiente el país fue eliminado de los mapas británicos durante años.

La inusual personalidad de Melgarejo era conocida por sus vecinos y regularmente aprovechada: Un grupo de diplomáticos brasileros le regaló un espectacular caballo blanco, que lo dejó tan perplejo que en ese mismo momento tomó un mapa de Bolivia, puso la pata del animal sobre el y otorgó a Brasil todo el territorio que la pezuña cubrió (que corresponde a la región de Acre, al norte). Tan encantado estaba con Holofernes -nombre que dio al caballo- que solía llevarlo a fiestas y comidas oficiales, hasta que uno de sus asistentes le contó la historia del emperador romano Caligula (quien nombró a su caballo Cónsul). Esto, sin embargo, surtió el efecto contrario al esperado, inspirando a Melgarejo a nombrar a Holofernes como General. 

Famosa también fue su idea de enviar a todo el ejercito boliviano a proteger París durante la Guerra Franco-Prusiana, pues la consideraba una ciudad muy interesante y elegante y esas cosas ameritan planes de tal magnitud, claramente. Cuando sus generales le informaron que cruzar todo el Atlántico sería un problema, Mergalejo -que no sabia siquiera donde estaba la urbe- respondió con "No sea estúpido. ¡Tomaremos un atajo por la selva!". 

Fue finalmente depuesto en 1871 y asesinado unos meses mas tarde, paradójicamente por un sujeto al que años antes le había perdonado la vida cuando estaba en el cadalzo.

1 comentario: